Un poco de historia

Tras investigar y decidir realizar una aventura, caminando por horas  por lugares que no conocíamos pero que ahora nos encantan, hemos conocido las facetas  del distrito de La Molina, que goza de cultura, lugares bellos pero no muy conocidos y una historia que se ha ido enriqueciendo al pasar de los años. Con este post espero lograr que la historia de un distrito trascienda para enseñarnos algo acerca de nosotros mismos como peruanos.

Tras el templo del dios Sol
En tiempos antiguos La Molina era sumamente diferente a lo que conocemos hoy, la superficie era tierra y fauna, y las pistas eran los Caminos del Inca. Hasta el día de hoy La Molina conserva un pequeño pedazo de imperio, algo erosionado y oculto por la tierra , que ya no cumple la función de ser un templo ceremonial, su función ahora es ser un destino avisitar por las familias en sus días de paseo y actividades, y se encuentra acompañado de un parque con columpios y resbaladeras, nos referimos a la Huaca Melgarejo construida entre el 300 al 600 d.C.

Fue descubierto hace poco tiempo, ya que la huaca era cubierta por muchas capas de tierra. Se sabe que fue utilizada en la época colonial como un lugar donde podían vivir los trabajadores . En agosto de 1996 se llevó a cabo un acuerdo entre la Municipalidad del distrito de La Molina y el patronato Andrés Avelino Cáceres (organización encargada, entre otras cosas, de lograr que el héroe nacional sea valorado y los años no desaparezcan su legado) y mediante este consenso ambas partes se comprometían a fomentar la cultura y el interés de los vecinos por la historia.

Buscaban también que el ciudadano se identifique con lo que lo rodea, por ende financiaron el arreglo de la huaca  en dos ocasiones, intentando devolverle un poco del brillo del pasado. Los trabajos se llevaron a cabo desde el año 1996 hasta el 2002 año en el que se llevó a cabo la apertura de la huaca , de manera gratuita y libre a quien quiera visitarla.

El avance
En los años coloniales La Molina se convirtió en uno de los lugares productores de caña de azúcar, algodón y hortalizas; durante más de 300 años se construyeron grandes haciendas y un gran número de molinos. 
Esto ocasionó a una gran revolución económica y una nueva forma de vida para los residentes. Con los años los grandes molinos fueron desapareciendo y ninguno de ellos queda en pie hasta el día de hoy.

Se cree que la razón por la cual se le dio este nombre al lugar es por la gran cantidad de molinos que habían en la época colonial.  Aunque también existe la teoría de  que se le atribuye el nombre en honor a unos de los primeros propietarios: Nicolás Flores de Molina, quien nombró a su propiedad “El Portal de La Molina”.

Las haciendas eran abastecidas de agua por el Canal de Ate, aún este se puede visualizar como un riachuelo entre el pavimento y un pequeño parque. Una de las haciendas más importantes fue la Hacienda Melgarejo, que en la época de la Guerra del Pacífico fue ocupada por los chilenos en La Batalla de Rinconada, suceso poco conocido incluso por los vecinos de La Molina, el cual se dio en enero de 1881 en un intento chileno por tomar Lima desde Lurín. Al llegar a la  Molina, la batalla se libró durante cinco horas, pero al final los peruanos tuvieron que retirarse. Cuenta la historia que soltaron toros en las calles de La Molina para que estos atacaran a los chilenos, pero aun así nuestros precarios fusiles, que disparaban apenas una bala por minuto, no pudieron con el avance chileno a pesar de que nuestros hombres lucharon incesantemente.

Con el avance económico y las nuevas tecnologías que llegaron al Perú los grandes campos fueron desapareciendo y La Molina se fue urbanizando ya que los trabajadores de los antiguos fundos, que luego se fueron a las filas de la industria, reclamaron su lugar, su espacio en la sociedad. Así nació la Urbanización Musa, la cual se encuentra en el límite de La Molina con Pachacamac y permanece vigente, representando  la décima parte del distrito .

A pesar del paso del tiempo este hermoso distrito no perdió su brillo. Las grandes haciendas se convirtieron en hermosas residencias y urbanizaciones.
Entre ellas se encuentra la Urbanización Las Lagunas, que pasó de ser una cantera de agregados de construcción en  1954 a un oasis escondido entre largas calle repletas de casas, un poco de paz en el centro de una ciudad con tanto movimiento. En los años cincuenta este lugar carecía de agua, por lo cual se desvió un ramal del río Rímac que llenó este espacio de tierra  dejando así un paraíso no muy conocido por los limeños.

La Molina cuenta con un parque ecológico, que se podría decir tiene algo de sierra, que une los vestigios de la fauna y flora de antaño con la modernidad y los beneficios de hoy, lo cual permite a quien lo quiera visitar hacerlo sin dificultades y pasar un hermoso día sin necesidad de salir de Lima.

photoEste distrito ha avanzado con los años y se ha convertido en uno de los preferidos para fundar escuelas, universidades y conseguir un hogar. Hace algunos años era el reducto de la clase alta limeña pero el día de hoy hay mucho mayor dinamismo e integración con respecto a la sociedad. La Municipalidad no se ha quedado atrás y está llevando a cabo actividades culturales y de confraternidad para los vecinos y quienes quieran participar. La mayor parte de estas actividades se llevan a cabo los fines de semana en el parque Hispanoamericano.

Si hablamos de educación no podemos dejar de comentar acerca de la Universidad Nacional Agraria de La Molina. Su origen data del año 1901 pero se traslado a la Molina en el año 1933 y se ubicó en un antiguo fundo de la Molina llamado el Valle de Ate. La universidad es parte de los pulmones de la ciudad ya que en su gran terreno y reserva ecológica se plantan todo tipo de flora. Además se conserva la plantación del algodón como a comienzos de la colonia  y también hay fauna. Uno de los casos de los casos mas resaltantes en la universidad fue que se utilizaron a las vacas que residían ahí para la elaboración de la famosa leche La Molina, producida en las instalaciones de la universidad. La Agraria como la conocemos es el recuerdo del pasado agrícola en este distrito. A pesar de ser una entidad educativa abre sus puertas a los visitantes que quieran empañarse un poco con el aire del campo y conocer su flora. También tienen campañas acerca de responsabilidad ecológica e integración a niños con el ambiente.

En el distrito de La Molina se encuentra el Museo de Autos Nicolini, un lugar que guarda tesoros automotrices y de ingeniería en el cual se encuentran 70 autos en exhibición. Podremos ver un Ford de 1928, un Renault de 1908 con apariencia de porcelana y otros ejemplares impresionantes. photoSi usted no se es apasionado de los autos al ver este lugar probablemente se enamore completamente de ellos. Los precios de las entradas son: Adultos: s/20 (si un grupo de diez personas se junta en el momento de ingresar la entrada costará s/10 c/u) y los niños pagan  s/10.

Otra de las cosas que resaltan a la vista en las calles del distrito de La Molina es la estatua de la mujer ubicada en el óvalo de La Fontana. Esta estatua representa un homenaje a la mujer por su belleza, instinto maternal y pureza. En otro óvalo encontraremos  un homenaje al héroe nacional Andrés Avelino Cáceres.

La Molina, una ciudad entre cerros de temperatura cálida y aire fresco, es un lugar hermoso para conocer, explorar y arriesgarse a buscar cosas nuevas que no esperabas encontrar.

A continuación, dejare una serie de links relacionados con los lugares turísticos oficiales

http://www.museodelautomovilnicolini.com/?page=inicio&opcion=contactenos

http://www.lamolina.edu.pe/portada/

Parque Ecológico de la Molina  : http://www.youtube.com/watch?v=H3Hq0y36Eu4

Mapa del distrito

Redactora : Melissa Rossel Sotomayor.